Patrimonio Cultural

Castillos de frontera

Castillo de Mur

Descripción

El castillo de Mur, por su arquitectura y estado de conservación, se convierte en el emblema de los castillos de frontera de los condados catalanes.

La estructura arquitectónica del castillo es muy simple, tiene una planta concentrada, cerrada por un perímetro amurallado, con una torre redonda como elemento central del conjunto castrense. La planta del recinto tiene forma triangular, hay que destacar que en ningún momento presenta ángulos rectos, todo el recinto amuralladlo tiene ángulos redondeados.

El castillo se asienta sobre un acantilado rocoso. La puerta de acceso está situada en el sector sur. La torre circular conserva buena parte de su estructura. El aparato constructivo de la parte baja, más grande e irregular que el superior, nos delata que probablemente los cimientos de la torre corresponden a la construcción del siglo X, y que la sección superior, acabada con el aparato románico, es del siglo XI. La torre posee dos accesos distintos, por una parte en el segundo piso, que correspondería al acceso desde el interior de la fortaleza, y otro acceso en el tercer piso.

El espacio interior de la torre es muy reducido, haciéndola inhabitable habitualmente, utilizándose únicamente como elemento militar, en el piso superior seguramente habilitaban algún tipo de defensas verticales, ya sean vanos abiertos o tablados.

El muro del recinto exterior adosa claramente a la torre, haciéndolos inseparables. En el ángulo contrario de la fortaleza, en el sector norte, la muralla toma forma de bestorre. Esta bestorre, sustentada por una gran arcada, se abre al exterior, por encima del nivel de las murallas, cinco grandes ventanales, que probablemente fueron empleados como cadalsos defensivos.

De todo ello se concluye que desde su construcción el castillo fue dividido en dos ámbitos, aún hoy perfectamente distinguibles, al sur un espacio alrededor de la torre y al norte una zona más residencial. En medio, actuando de galería de distribución, un pequeño patio de armas con una cisterna.

Historia

Documentado desde el 969, fue uno de los castillos que estuvo en posesión de Arnau Mir de Tost. Este noble urgelense fue quien tomó la iniciativa en la nueva organización territorial de la frontera ya que Ramon IV de Pallars Jussà cedió en feudo el castillo como dote cuando el 1055 se casó con Valença, hija del conde.

Los años sucesivos, sus dominios crecieron de tal manera que pronto se añadieron más fortalezas como los castillos de Guardia, Estorm, Moror, la Alzina y Puigcercós.

Al morir Arnau Mir, las siguientes generaciones continuarían haciendo crecer el patrimonio heredado. Continuó en manos de los condes de Pallars, hasta que, más adelante, en su época más esplendorosa, perteneció a Mur, que tenían el centro de su baronía.