La reintroducción del buitre negro en la Reserva Nacional de Caza de Boumort ha permitido que esta especie, vulnerable y casi en peligro de extinción en Catalunya, consolide una colonia estable en los Pirineos.

En el último año, els equipo de seguimiento ha contabilizado una población de 65 individuos. Un grupo formado por 18 parejas de las que durante 2022 han nascido 11 pollos, ocho de los cuales han sobrevivido. Un éxito teniendo en cuenta que los últimos buitres negros que vivieron en los Pirineos se extinguieron hace 200 años.

La Reserva Nacional de Caza de Boumort es el centro neurálgico de la reintroducción de esta especie en los Pirineos. De los 65 ejemplares observados este año, 23 fueron reintroducidos, 28 han nacido en la colonia y los otros son de origen exógeno. El porcentaje de individuos nacidos en Boumort aumenta, mientras que el porcentaje de individuos reintroducidos disminuye, hecho que denota la buena marcha del programa de reintroducción iniciado en 2007.

Además, Boumort sirve de puente ecológico entre poblaciones ya que, al margen de recuperar un territorio de cría histórico para el buitre negro, garantiza la conectividad y el intercambio genético entre poblaciones, reduciendo su riesgo de extinción.

Actualmente, el estado español acoge el 86% del total de la población europea de buitre negro, pero la especie está catalogada todavía como vulnerable.